Una de las ventajas de consumir té en hoja, y de buena calidad, es que podemos disfrutar varias veces de su infusión. Esto, por ejemplo con las bolsitas de té, no sería posible.
En el pasado muchas culturas teteras han optado por infusionar el mismo té varias veces. En los lugares más humildes, se tomaba una taza bien cargada por la mañana, las mismas hojas se empleaban para una taza más ligera para el medio día y por último, ya apenas sin cafeína, se utilizaban para un té de noche.
Esta última tradición no te la recomendamos, pues lo ideal es que las hojas permanezcan humectadas en todo momento. Una vez que se sequen la infusión no será igual, e incluso pueden aparecer notas no tan agradables.
En el método de infusión Gongfu se emplea la misma hoja para realizar infusiones sucesivas.
El número de infusiones variará según los parámetros de temperatura y tiempo de infusión que empleemos. Lo ideal es comenzar realizando infusiones cortas e ir subiendo 30 segundos cada infusión, eso si la temperatura del agua será siempre la adecuada para el tipo de té.
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Ejemplo de una reeinfusión de té verde
- Primera infusión: Calentamos el agua a 80 grados y añadimos nuestro té verde que dejamos infusionar durante un minuto y medio.
- Retiramos las hojas y servimos.
- Segunda infusión: Calentamos el agua de nuevo a 80 grados centígrados y añadimos las mismas hojas de la infusión anterior. Ahora dejaremos infusionar durante dos minutos.
- Retiramos las hojas y servimos.
- Tercera infusión: Calentamos el agua de nuevo a 80 grados centígrados y añadimos las mismas hojas de la infusión anterior. Ahora dejaremos infusionar durante dos minutos y medio.
- Retiramos las hojas y servimos.
Qué tes son más idóneos para reeinfusionar
Aunque pueden hacerse prácticamente con todos los tés siguiendo las pautas anteriormente indicadas, recomendamos que emplees tés puros. Dentro de los tés puros los té Oolong quizás sean los que más juego dan, puesto que cada infusión va variando en notas aromáticas y en el paladar.