Seguro que más de una vez te has quejado de tragarte las semillas de la sandía cuando estás disfrutando de tan refrescante fruta. ¿A qué no sabías que son muy buenas para el organismo? En concreto si las tomamos en infusión o tisana nos servirán para depurarnos, pueden ayudar a eliminar pequeños cálculos renales y limpian el riñón.
Propiedades de la semillas de sandía
Las semillas de sandía son ricas en proteínas, en vitamina B, minerales como: manganeso, zinc, hierro, fósforo, cobre, sodio y potasio. Además contienen fibra que propicia una estupenda digestión.
Para preparar un té de semillas de sandía, necesitaremos en cada ocasión semillas de sandía fresca, es decir, no nos vale guardarlas durante varios días para hacerlo cuando queramos. El método de preparación es bien simple: Molemos, en un molinillo de café, o batidora, todas las semillas que podamos. Después las vertimos sobre agua hirviendo en una taza, tapamos la taza y las dejamos infusionar durante 15 minutos. Pasado el tiempo de infusión solo debemos de colar nuestro té a otro vaso. Para ello podemos utilizar una fina gasa o incluso un filtro de papel.
Se recomienda tomar una vez a la semana, no más cantidad de una taza, e incluso beberla repartida durante todo el día.
Ahora que ya sabes esto, las pepitas de sandía se convertirán en tu gran aliado para reforzar tu salud.