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No existe mucha información sobre los orígenes del café, lo que ha fomentado que la población diera lugar a numerosas leyendas. Al igual que sucede con muchos productos, por ejemplo como el té, el café posee su propia leyenda para explicar su origen.

La leyenda del origen más popular y que ha perdurado en la historia es la de un pastor árabe llamado Kaldi. Este pastor caminaba entre pastos con sus cabras cuando descubrió que algo les sucedía al tomar unos extraños granos. Fijándose bien las cabras comenzaban a andar más deprisa, brincaban y jugaban y siempre era cuando comían los granos de una planta para el desconocida.

Un día el pastor decidió probarlos y notó como su cansancio se esfumaba, se aceleraba y sentía estupendamente. Rápido fue a llevarlo a un monje de su población. El monje tras seguir haciendo investigaciones con las cabras y otro tipo de análisis, llegó a realizar un preparado de salud tostándolo.

Cafetera antigua
Cafetera antigua

La leyenda tiene varias versiones, todas coinciden en el lugar: Etiopía y en la fecha, aproximadamente el siglo VI. Una de las versiones, bastante graciosa, es que el cabrero Kaldi se asomó por la noche a su establo y vio que no estaba su rebaño. Rápido salió corriendo a buscarlas y las encontró en un llano bailando bajo la luz de la luna.

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Para los árabes el descubrimiento del café fue muy importante. Tanto lo fue que tenían verdadero pánico de que saliera de sus fronteras y se acabara con tan preciada bebida.

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